Mi opinión sobre la crisis

      El otro día, en mi pueblo, durante las fiestas, me quedé traspuesto al oír la conversación entre una joven pareja, recientemente casada y con dos niños pequeños, la conversación fue la siguiente (los nombres son figurados):

• Ella: -Pepe, ahora para el verano necesitaríamos hacer una piscina, que con la calor los niños no hay quien los aguante..
• Él: -¿Una piscina?, !pero si le debemos al banco un dineral por la casa y el coche!
• Ella: -Sí, pero eso vamos y nos agrandan el préstamo y ya está, hacemos una piscina, si todo el mundo tiene una...

     Este hombre es camionero, y para pagar el préstamo a su banco, pasa más horas en el camión que en su casa, si finalmente decidieran hacer la piscina, engordarían ese préstamo, y, o las cuotas serán superiores, o el plazo para devolverlo se alargará en el tiempo. Si por cualquier circunstancia, este hombre, perdiera el trabajo, ¿cómo harán frente a semejante préstamo?¿Podrían pagar invitando a los señores del banco a bañarse en su piscina? Inquietante...

     ¿Realmente somos conscientes de lo que es la crisis? Desde luego que esta mujer parece que no, bueno, ni el gobierno tampoco, y si me apuráis tampoco lo sabe la UE. Cada vez que escucho que se está saliendo de la crisis, son noticias del tipo de que "los españoles se endeudan más", o "gastan más", o lo que es lo mismo, "ahorran menos"; pero bueno, si todo este tipo de conductas es lo que nos ha llevado a la crisis, ¿es que no aprendemos?

     Gobierno y oposición se empeñan ahora en planes de austeridad, cuando se han pasado años y años despilfarrando como si nada y, al final, los perjudicados son los mismos de siempre, el ciudadano de a pie que, cegado quizá, por esa cadena de confianza, ha caído sin embargo, en los mismos errores que los máximos responsables, que desde mi punto de vista no son otros que los grandes bancos y los gobiernos.

La piedra angular de cualquier política económica siempre deberían haber sido esos planes de austeridad, predicad con el ejemplo..., no puede ser que ahora no haya dinero para asuntos tan importantes como el que se acceda a una vivienda digna y si lo haya para rescatar de la crisis a un banco, es de risa.

    Para unos, la crisis es, simplemente, no poder llevar el ritmo de vida que hasta ahora habían traído, desde mi punto de vista,- que no digo que sea el adecuado-, pero, en cierto modo, están pagando el derroche que han hecho años atrás y, por eso, no deberían de quejarse tanto, porque cuando no se puede, no se puede y, aún sabiendo que no se podía, lo han hecho, han hipotecado su futuro.

Un abuelete me decía no hace mucho, refiriéndose a estos comportamientos:

- ¿Tú no compras orgullo?, -a lo que no supe que responder, -No-, le dije

-Es que ahora está barato,¿ no ves la gente que ahora si no tiene un coche extraordinario, no hace vacaciones fabulosas o no tiene piscina, se creen peores?, pues es que compran orgullo, pero no son mejores o peores que tú o que yo...

y me dejo pensando, y le dí la razón, y la tenía.

     Por eso, yo creo que hay que gastar con mesura, de acuerdo a lo que disponemos, sin hipotecar el futuro, porque como dice el refrán, 

                                 "esto es pan para hoy, y hambre para mañana".

     Hemos construido una sociedad sobre unos pilares demasiado frágiles, a base de lo material, de la avaricia y de la envidia, como base de la felicidad y, deberíamos cambiar eso, pensemos en lo que no hemos hecho bien y no cometamos los mismos errores que en el pasado